Una de las claves que anuncia el inicio de la temporada navideña, son las luces de Navidad que aparecen en todas las ciudades españolas durante la última semana de noviembre. En la mayoría de las calles céntricas de todos los municipios de la geografía ibérica, aparecen todo tipo de estrellas de colores, árboles y otros adornos. A menudo, hay un gran despliegue de imaginación para distinguir la ciudad. Pero ninguna ciudad ofrece una exhibición de iluminación artística más impresionante que Málaga en su céntrico paseo peatonal, la calle Larios.

Durante los últimos 30 años, Málaga ha invertido una gran cantidad de arte en el diseño de conceptos cada vez más grandes, para hacer de un paseo por esta principal calle comercial una experiencia que no se olvida. Desde pilares góticos hasta ángeles vigilantes que escoltan a los compradores, el diseño de las luces ha cambiado de año en año, convirtiendo la visita a la ciudad, con niños y mayores, incluso desde puntos lejanos de la geografía española, en una peregrinación anual que simboliza el inicio de las fiestas. 

Treinta años antes, la calle Larios era todavía una calle que permitía el tráfico de vehículos. El actual ayuntamiento, conocido por haber supervisado la impresionante remodelación de la ciudad para conformar una urbe más amable con los ciudadanos, decidió entonces peatonalizar esta calle, convirtiéndola en la columna vertebral de la geografía urbana que es hoy. En los 350 metros que van desde la Plaza de la Marina hasta la Plaza de la Constitución, se encuentran algunas de las tiendas de moda más importantes, cafés históricos e incluso una farmacia que data del año 1894. La propia calle existe desde hace unos 130 años, establecida en uno de los momentos más prósperos de la ciudad, durante su revolución industrial. 

Independientemente de otros objetivos que pueda tener un visitante a la ciudad, durante el mes de diciembre, ninguna visita a Málaga puede considerarse completa sin un paseo por Larios para ver este impresionante despliegue, y sentir el verdadero espíritu mediterráneo de la Navidad. 

¡Su visita no estaría completa sin ella!